Geñito de oro ❤️
Eugenio Hernández Flores, exgobernador de Tamaulipas sigue sin ser juzgado, del proceso que lo mantiene cautivo se sabe poco, las acusaciones que lo llevaron a prisión fueron presentadas en Tamaulipas, donde fue detenido hace casi 4 años, es decir desde el 6 de Octubre del 2017 y espera el juicio por una investigación que inició en su contra la fiscalía local del Gobierno encabezado por Francisco García Cabeza de Vaca.
Muchos nos preguntamos que se hace mientras se está en reclusión y para ello tenemos que recurrir a los amigos que han pasado por ello, pero también a los amigos del detenido para saber cómo está actualmente la persona de nuestro interés.
Por ellos, los amigos que lo visitan, sé que Geño está bien de salud, que se mantiene activo a pesar del encierro y que practica Yoga diariamente, algo que no es nuevo para él, pues desde hace muchos años, estando libre lo hacía para mantener el equilibrio mental y la fortaleza física.
Ha leído mucho durante este largo tiempo, según me cuentan esto le ha permitido consolidar su cultura general, pero además se ha preocupado por sus compañeros del Centro Estatal de Reclusión en Tenango del Valle, Estado de México, donde montó una biblioteca con sala de lectura para todos los internos, los libros los reunió a través de donaciones, pues cuando alguien lo visitaba, siempre le preguntaban que le podían llevar y el invariablemente les contestaba, “Unos dos o tres libros”, así reunió el acervo que hoy está a disposición de todos los internos que desean la lectura.
Su pasión por el juego de ajedrez no desapareció, así que se ha dedicado a enseñar a muchos a practicar el deporte ciencia, actualmente organiza torneos cada 15 días entre sus compañeros, y aunque al principio siempre los ganaba el, hoy hay algunos que ya derrotan al maestro.
Los premios son simbólicos, a veces es una barra de chocolate, en otras ocasiones una bolsa de galletas o de dulces, pero lo verdaderamente trascendente, es que cada día son más los competidores y que lo hacen principalmente por el placer de jugar.
Muchas cosas deben de pasar por la mente de los presos, primero la angustia de no saber cuándo se concretará el juicio, después la pérdida del tiempo valioso con la familia, que lamentablemente jamás se recuperará.
Sin embargo quienes lo han visto, comentan que físicamente se conserva muy bien que luce fuerte y que ahora notan un semblante de paz, mientras espera la hora de su juicio, relajado y tranquilo.
No ha perdido su carácter, mantiene su sentido del humor y hace que sus visitantes lo sientan cercano, como acostumbraba antes de su reclusión, sabe reír a carcajadas y romper la seriedad sin el menor esfuerzo.
El amor filial lo mantiene vivo y con proyectos, junto con sus hermanas se implementó un programa para hacer llegar ropa a los familiares de todos los internos, vía WhatsApp su familia le dio vuelo a la idea y se ganó el respeto y aprecio de sus compañeros al interior del penal.
Con el apoyo de una de sus hijas, concretó la instalación de un Taller para la fabricación de bolsas de plástico, ella hizo el diseño adecuado para el mercado norteamericano y él puso el ingenio para dirigir la producción al interior, tomando en cuenta los insumos necesarios y la coordinación suficiente para lograr que ese artículo fuera lo suficientemente bien elaborado.
Cada día se suman más compañeros a esa labor, la demanda ha crecido para esas bolsas bien fabricadas y de llamativos colores, que han resultado ideales para utilizarlas como bolsas de playa.
En los Estados Unidos las distribuye Louella Style, una compañía norteamericana que en su etiqueta explica que estas han sido fabricadas por artesanos que purgan condena en una prisión del Estado de México y que los recursos obtenidos son para su beneficio, solo les faltó agregar, estas son LAS BOLSAS DE GEÑO.
Creditos: Jorge Alberto Pérez González
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